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Hipertensión Arterial

¿Cómo saber si soy hipertenso? ¿Cuál es su relación con el riñón y la sal? Concepto y clasificación.

La hipertensión arterial (HTA) ha sido definida según la SAH (Sociedad Argentina de Hipertensión) como una enfermedad controlable, de causas múltiples, que disminuye la calidad y la expectativa de vida. La Presión Arterial (PA) se relaciona en forma lineal y continua con el riesgo cardiovascular, es decir que a mayor presión arterial, mayor riesgo cardiovascular.

¿A partir de qué valores de presión arterial  consideramos  hipertensión y por qué razón?

El riesgo asociado con una PA sistólica (máxima) > 140 mm Hg, una PA diastólica (mínima) > 90 mm Hg, o ambas, se considera el umbral para el diagnóstico,  ya que se reconoce que el riesgo es menor con valores de presión inferiores a estos. El riesgo global  (la probabilidad de presentar un evento cardiovascular  en un periodo determinado) es mayor cuando la HTA se asocia con otros factores de riesgo o enfermedades, como ocurre de manera frecuente en nuestra población.

¿Con qué problema nos encontramos a nivel poblacional respecto de esta enfermedad?

Uno de los problemas más frecuentes en la atención médica primaria es la falta de detección, tratamiento y control de la HTA, que se considera uno de los Factores de Riesgo con mayor impacto en las enfermedades cardiovasculares.  No debiéramos olvidar también que además de ello no siempre la presión ha sido tomada en las condiciones que amerita y por personas entrenadas para ello, hecho que no resulta menor, ni despreciable a la hora del diagnóstico inicial ni el seguimiento.

El exámen físico dirigido se realiza para la medición correcta de la presión arterial, detectar hipertension arterial “secundaria” (otras patologías que alteran la presión arterial),  evaluar mecanismos fisiopatológicos, y la evaluación del estado del impacto en el órgano blanco, es decir el órgano que sufre los avatares de la hipertensión (corazón, riñón, arterias etc.). 

Por otro lado, ¿sabía usted que existen distintos tipos de clasificación por niveles de hipertensión?

La severidad de la HTA está en relación directa con las cifras de presión arterial. Generalmente niveles elevados que no responden correctamente al tratamiento hacen sospechar una causa secundaria.   Por otro lado aunque la historia familiar de HTA sugiere un origen “esencial” (no adjudicable a una causa conocida)   aunque también puede obedecer a enfermedades renales.

 Tabla 1. Clasificación de la PA en mayores de 18 años

 Clasificación de PA Sistólica mmHg Diastólica mmHg
 Óptima <120 <80
 Normal 120-129 80-84
 Limítrofe 130-139 85-89
 HTA Nivel 1 140-159 90-99
 HTA Nivel 2 160-179 100-109
 HTA Nivel 3 180 110
 HTA Sistólica Aislada 140 90

Estos valores se consideran sin tomar drogas antihipertensivas y sin enfermedad aguda. Cuando las presiones sistólica y diastólica califican en categorías diferentes, se debe elegir la más alta, basados en el promedio de dos o más lecturas obtenidas en dos o más visitas luego del examen inicial.

 

HTA 

 

En la evaluación clínica del paciente con HTA se realizan, una anamnesis (cuestionario acerca de antecedentes del mismo) y un examen físico dirigidos, para buscar si realmente el paciente presenta HTA, sus características hemodinámicas, evaluar los mecanismos presentes en relación a la fisiopatología y la posible causa de la misma, y valorar otros factores de riesgo cardiovascular asociados.

Es posible que un paciente que refiere el antecedente de HTA, se deba interrogar sobre cuándo, dónde, y cómo se realizó el diagnóstico. Habitualmente los pacientes refieren haber sido considerados como hipertensos en el contexto de una situación de stress, una evaluación médica de rutina o de screening (pesquisa), durante el embarazo, etc.; lo que en realidad se considera en ese caso HTA de alerta y no necesariamente hará su diagnóstico futuro.

Es de alta consideración la técnica mediante la cual se realiza el diagnóstico, ya que puede sobreestimarse o subestimarse la presencia de la enfermedad. Los pacientes frecuentemente refieren situaciones desencadenantes como eventos emocionales o stress. Una de las explicaciones que los pacientes que consideran su HTA como “nerviosa”  deberían conocer es que “no presenta HTA el que quiere sino el que puede” refiriéndonos a que la función renal y la función vascular dan contexto para que se presente esta situación.

Existen  situaciones desencadenantes de hipertensión tales como: el embarazo, el sobrepeso, las alteraciones tiroideas, la exposición al frío, etc.  Recabar información acerca de las enfermedades de la infancia, sugerentes en general de hipertensión secundaria; así como también las variaciones históricas del peso es trascendental. En cuanto a la dieta, se debe interrogar sobre el consumo de sal, así como acerca del ritmo y alteraciones de la diuresis (cantidad de orina emitida en 24 hs) lo que nos da una idea de la sensibilidad a la sal. El patrón del sueño referido por el paciente y sus familiares puede acercar el diagnóstico de etiología secundaria (¿ronca?, ¿tiene apnea de sueño?). Es importante también interrogar sobre algunos factores que aumentan la presión, como fármacos, bebidas, alimentos, etc.

Actualmente existe alguna evidencia de que el síndrome depresivo, por mecanismos no dilucidados, también causa HTA, y puede ser detectado a través de cuestionarios validados.

 

¿Qué relación tiene la Hipertensión con el riñón y la sal?

 

La HTA esencial es considerada una enfermedad poligénica (poli: muchos, génica: gen), pero existen enfermedades monogénicas (mono: uno, génica: gen) que sólo alteran el manejo del sodio por parte del riñón y que generan HTA.

La fórmula de la presión arterial depende de dos factores: el volumen minuto (cantidad de sangre que expulsa el corazón hacia las arterias pulmonar y aorta), en un minuto y la resistencia periférica (rigidez de las paredes de las arterias al paso de la sangre). Ambos factores dependen de la regulación renal. De este modo, la HTA depende de dos mecanismos principales: de la activación del sistema renina-angiotensina, ó de la retención de agua y sodio.

La relación entre la sal y la HTA se conoce desde la antigüedad, ya que desde 2600 años AC en la medicina china se describía que si son ingeridas grandes cantidades de sal, el pulso se pone tenso y más duro, entonces   la enfermedad domina los riñones, y ella se asienta en ese lugar.

Son enormes las diferencias dietarias en cuanto a la ingesta de sodio, potasio, calcio, vitaminas, antioxidantes, y de grasas, entre el hombre moderno y las poblaciones de hombres primitivos.  Por ende, las concentraciones de sal, para la cual no estamos preparados.

En estudios actuales, se ha visto una relación directa entre las cifras de presión arterial y la cantidad de sodio en orina, reflejo directo de la ingesta, siendo la prevalencia cercana a cero cuando la ingesta de sodio es menor a 50 mEq, y prevalencia de hasta 35% para ingestas mayores a 200 mEq/día.

En condiciones de función renal normal, el aumento sostenido de la presión arterial se debe al aumento de la resistencia periférica, es decir de la “rigidez” de las paredes de las arterias.

La frecuencia de los controles clínicos, tanto en la etapa de diagnóstico como luego de iniciar un tratamiento, dependerá del nivel de PA y de la adherencia al tratamiento.

También el laboratorio  clínico formará parte fundamental en ello participando en el diagnóstico de hipertensión secundaria (que obedece a causas dependientes de otra enfermedad) y en evaluar lesiones en los posibles órganos afectados.

 

Autor: Dra. Judith Márquez - Jefa Área Química Clínica del Instituto de Análisis Fares Taie

Especialista en Bioquímica Clínica

Diplomada Experta en Gestión de Servicios de Salud

Maestría en Hipertensión Arterial 

Contacto: quimica@farestaie.com.ar 

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