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Mitos y Verdades de una vieja enfermedad

Como toda enfermedad conocida desde hace siglos, la diabetes ha ido acumulando mitos y sumando información confusa a través del tiempo.

Muchas de estas supuestas “verdades” siguen siendo repetidas hoy por personas de todos los estratos sociales y niveles de educación, fenómeno que por sí mismo justifica la intervención de los comunicadores sociales.
Aunque siguen transmitiéndose mediante métodos tradicionales (como por ejemplo contando historias o en libros impresos), los mitos han sido potenciados gracias a la tecnología moderna. Internet no sólo ha facilitado su proliferación en todo el mundo a una velocidad previamente inimaginable, sino que también ha dado lugar a una generación de nuevas fábulas acerca de una amplia gama de temas, incluídos los relacionados con la diabetes.

Algunos de los mitos más comunes:

1) El diabético no puede comer alimentos que contengan azúcar: Falso. Las personas con diabetes pueden comer azúcar y, de hecho, lo hacen. Los alimentos aportan azúcares complejos y azúcares simples. En el cuerpo estos azúcar se transforman en glucosa con diferente velocidad, por eso se deben restringir los azúcares simples que se absorben rápidamente y provocan picos de azúcar en la sangre a diferencia de los otros alimentos que se absorben lentamente.

glucemia 

2) El diabético no puede beber alcohol: Falso. Puede beberlo con moderación, lo que significa no tomar más de una copa por día en el caso de las mujeres y no más de dos en el caso de los hombres. Una copa equivale a 148 ml de vino, 355 ml de cerveza liviana o 45 ml de bebida blanca destilada con 80% de contenido alcohólico. Es mejor conversar con el médico para asegurarse que las alteraciones metabólicas, el uso de insulina o los medicamentos no sean interferidos por el consumo de alcohol.

3) Los diabéticos sólo pueden consumir alimentos producidos en especial para ellos: Falso. Abundan en el mercado los caramelos sin azúcar, las bebidas gaseosas o el chocolate para diabéticos. Sin embargo, las versiones de alimentos que se comercializan para las personas con diabetes no ofrecen ningún beneficio especial y son más caros que el resto de los alimentos. Es conveniente hablar con la nutricionista o el médico para poder seleccionar aquellos alimentos modificados que pueden tener ventajas, como los productos descremados.

4) La diabetes es grave sólo si es necesario tratarla con insulina: Falso. La insulina es una hormona que genera el organismo y regula la glucosa en la sangre. Cuando el tratamiento con medicación oral no alcanza para normalizar la glucosa en sangre, el médico utiliza la insulina para lograr dominar las glucemias elevadas. Si los niveles de glucosa en sangre no se controlan adecuadamente, aumenta el riesgo de desarrollar complicaciones diabéticas graves, que afectan la calidad de vida de las personas
como la insuficiencia renal o las enfermedades cardiovasculares.

5) La insulina es adictiva y una vez que una persona comienza a utilizar insulina resulta imposible sacarla: Falso. La insulina no es adictiva. La insulina es una hormona que se produce de manera natural en el cuerpo humano. Se utiliza con el fin de sustituir o suplementar la propia insulina de una persona cuando su organismo ha dejado de producir la cantidad suficiente para controlar sus niveles de glucosa
en sangre. 

insulina 

Fuente: Sociedad Argentina de Diabetes

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