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Cinco trucos para no desperdiciar alimentos

Planificar las compras, aprender a conservar los alimentos o reutilizar la comida son algunas maneras sencillas y prácticas de evitar el derroche y cuidar la economía doméstica

La tendencia arroja cifras preocupantes: se desperdician demasiados alimentos y buena parte de lo que se tira podría ser aprovechado mucho mejor.

Ese poquito de arroz, esa fruta que se ha pasado, lo que dejamos en el plato, el pan que compramos de más... parecen poco en el día a día, unos residuos marginales e inevitables que, sin embargo, suman 76 kilos al año en cada hogar y sí se pueden evitar.

¿Cómo reducir el derroche de alimentos?

  • Tomar conciencia

Decir que en cada casa se tiran casi 80 kilos de comida al año genera bastante sorpresa, incluso cierta incredulidad. La mayoría de los consumidores no somos conscientes de cuántos alimentos desperdiciamos. Conocer este dato y otros, como que la comida es el momento del día en el que más alimentos se tiran (nada menos que un 35% de ellos) no solo sirve para tener más información sobre nuestro comportamiento como consumidores, sino para modificarlo y mejorarlo. Ser conscientes de esta conducta es el primer paso para cambiarla.

  • Planificar la dieta y las compras

planificar comprasSer previsores y ordenados no solo nos ayudará a seguir una dieta más saludable que se ajuste a nuestras necesidades, sino que también colaborará con nuestra economía. Se evita comprar de más, comer de más y tirar de más. Una buena y útil iniciativa es planificar nuestra dieta y la de nuestra familia. Para ello, deberemos hacer una previsión acertada del consumo real que se hace de los alimentos, en especial, de los perecederos, que son los que primero acaban en la basura.

  • Sacar el máximo rendimiento

No son pocas las veces que tiramos alimentos en buen estado porque estamos convencidos de que no se pueden comer. Ahí van los tallos, las semillas y las hojas de las verduras, las hortalizas y las legumbres, que son comestibles, aunque no lo sepamos. ¿Cuántas veces hemos tirado verduras algo marchitas y que no tienen buen aspecto para preparar una ensalada? Si es el caso, podemos aprovecharlas elaborando zumos de verduras. Pero también la piel de las frutas puede incluirse en este listado, ya que con ellas pueden hacerse diversas preparaciones: desde licuados y batidos hasta purés, compotas o frutas asadas enteras, con su piel. Incluso la cáscara de los cítricos tienen utilidad. Por ejemplo, podemos rallar la piel del limón y usarla para aromatizar azúcares o dar sabor a un bizcocho o decorar un mousse o helado.

  • Aprender a hacer conservas

conservasExisten múltiples técnicas para conservar los alimentos, desde las más actuales -con el frío del freezer- hasta las más antiguas, como los encurtidos o la salmuera. Es importante conocer distintas técnicas para prolongar la vida útil de los alimentos. Esto se puede hacer con azúcar, con aceite (para quesos, carnes y embutidos), con vinagre, al vacío, con sal... Preparar unas frutas en almíbar, por ejemplo, nos servirá para aprovechar el excedente de fruta fresca de temporada.

  • Hacer nuevas recetas con las sobras

Una forma muy práctica de controlar lo que tiramos es darle una segunda oportunidad a los alimentos y sobras que, por lo general, se tiran. El pan es quizá el alimento con más posibilidades: rallado, en tostadas, como bases para canapés, en sopas de ajo, o incluso en postres, como el budín de pan. Pero no es el único. Por ejemplo, si nos sobran carnes, aves y pescados asados podemos hacer con ellos un relleno de pimientos, una base para sopas o croquetas. El marisco puede incluirse en ensaladas, o emplearse como base para hacer un caldo con el que, a su vez, podemos preparar un arroz.

 

Fuente: Eroski Consumer

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