El estudio, uno de los primeros en observar el consumo de comida rápida y la exposición a estas sustancias químicas, aparece en la revista Environmental Health Perspectives.

"Las personas que comieron el alimento más rápido tenían niveles de ftalatos que eran hasta un 40 por ciento más alto", dice el autor principal Ami Zota, ScD, MS, profesora asistente de salud ambiental y ocupacional en el Instituto Milken SPH. "Nuestros resultados plantean preocupaciones porque los ftalatos se han relacionado con una serie de problemas de salud graves en niños y adultos."

Los ftalatos pertenecen a una clase de productos químicos industriales utilizados para fabricar materiales de envasado de alimentos, la tubería para los productos lácteos, y otros elementos utilizados en la producción de comida rápida. Otras investigaciones sugieren que estos productos químicos pueden lixiviar de los envases de plástico para alimentos y pueden contaminar los alimentos altamente procesados.

Zota y sus colegas analizaron los datos de 8.877 participantes que habían respondido a preguntas detalladas acerca de su dieta en las últimas 24 horas, incluyendo el consumo de comida rápida. Estos participantes también proporcionaron una muestra de orina para una prueba de los productos de descomposición de dos ftalatos DEHP y el DINP específicos.

Zota y sus colegas encontraron que cuando más comida rápida consumieron los participantes, mayor era la exposición a los ftalatos. La gente en el estudio con el mayor consumo de comida rápida tenían niveles más altos de 23.8 por ciento del producto de degradación del DEHP en su muestra de orina. Y esos mismos amantes de la comida rápida tenían niveles casi un 40 por ciento más altos de metabolitos en la orina DINP en comparación con las personas que no informaron de comida rápida en las 24 horas anteriores a la prueba.

Los investigadores también descubrieron que el grano y carne eran los que más contribuyen a la exposición a ftalatos. Zota dice que la categoría de grano contenía una amplia variedad de artículos, incluyendo pan, pasteles, pizzas, burritos, platos de arroz y fideos. También señala que otros estudios han identificado granos como una fuente importante de exposición a estos productos químicos potencialmente dañinos.

Además, los investigadores también analizaron la exposición a otro químico que se encuentra en los envases de plástico para alimentos - El bisfenol A o BPA. Los investigadores también creen que la exposición al BPA puede conducir a problemas de salud y de comportamiento, especialmente para los niños pequeños. Este estudio no encontró ninguna asociación entre el consumo de comida rápida y total de BPA. Sin embargo, Zota y sus colegas encontraron que las personas que comieron productos de carne de comida rápida tenían mayores niveles de BPA que las personas que no reportaron el consumo de comida rápida.

Este estudio se inscribe en un campo más amplio de la investigación en curso que muestra que los ftalatos se encuentran en una amplia variedad de productos de uso personal, juguetes, perfumes e incluso alimentos. En 2008, el Congreso prohibió el uso de ftalatos en la fabricación de juguetes de los niños debido a las preocupaciones sobre el impacto en la salud de estos productos químicos.

Pero Zota toma nota de que el DEHP y el DINP son dos ftalatos todavía en uso a pesar de la preocupación de que se filtran de los productos y entran en el cuerpo humano. Los estudios sobre el impacto en la salud de la exposición a estos productos químicos han sugerido que pueden dañar el sistema reproductivo y puede conducir a la infertilidad.

Los grandes estudios que podrían vincular de manera concluyente ftalatos en los problemas de alimentación y salud podrían tomar años para llevarse a cabo. Mientras tanto, Zota ofrece algunos consejos de sentido común. Se observa que el consumo frecuente de comida rápida no es recomendable porque estos alimentos contienen mayores cantidades de grasa, sal y calorías. "Las personas preocupadas por este tema no les va a ir mal por comer más frutas y verduras y menos comida rápida," Zota sugiere. "Una dieta llena de alimentos integrales ofrece una variedad de beneficios para la salud que van más allá de la cuestión de los ftalatos."

El estudio fue financiado por National Institute of Environmental Health Sciences.

Fuente: Antropología y Nutrición