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Infecciones de piel y partes blandas en pacientes ambulatorios

Las llamadas infecciones de piel y partes blandas, son infecciones en la piel y tejidos adyacentes, que pueden variar desde las más sencillas como foliculitis, impétigo y forúnculos hasta abscesos e infecciones severas necrotizantes profundas.

 SAMR

En casos graves y en pacientes con factores predisponentes, pueden producirse infecciones sistémicas y sepsis. Otra manifestación frecuente en pacientes jóvenes y previamente sanos, es la aparición de pequeñas lesiones que son confundidas con picaduras de insectos y a partir de las cuales el cuadro clínico progresa a forúnculos, abscesos o celulitis (infección del tejido celular subcutáneo)

¿Cuál es el agente responsable de estas infecciones?

Actualmente el agente etiológico más frecuentemente involucrado en las infecciones de piel y partes blandas es el Staphylococcus aureus. La sensibilidad de esta bacteria a los antibióticos ha ido cambiando a lo largo del tiempo, ya que han aparecido cepas de S. aureus Meticilino Resistente (SAMR: es el nombre que se le da a esta bacteria cuando es resistente a todos los betalactámicos). Durante muchos años el SAMR fue un problema reservado únicamente al ámbito intrahospitalario. Su aparición en la comunidad se limitaba a algunos grupos vulnerables.

En las últimas décadas comenzaron a detectarse infecciones en la comunidad producidas por SAMR, al principio en grupos cerrados, con contacto cercano y que compartían elementos de higiene personal. Sin embargo esta bacteria no quedó limitada a grupos cerrados y se diseminó a la población general en todo el mundo.

¿Cuál es la prevalencia de estas infecciones?

En nuestro país no se conoce exactamente. Algunos trabajos hablan de que hasta el 70% de las infecciones de piel son causadas por SAMR. De manera que es importante que el médico tenga en cuenta que cualquier infección de piel y partes blandas pueda estar causada por esta bacteria.

¿Hay personas que tienen más posibilidades de tener infecciones por SAMR?

Si, se trata de niños o adultos que se presentan con uno o más forúnculos de evolución muy aguda, muchas veces con tendencia a la necrosis, con o sin celulitis (infección de los tejidos adyacentes a la piel) o abscesos. Estos generalmente se originan en lesiones muy pequeñas, a veces interpretadas como picaduras de insectos.

¿En qué casos se recomienda hacer un cultivo del material de las lesiones?

Sobre todo se recomienda en pacientes con infección local severa o con signos de enfermedad sistémica (fiebre por ejemplo), en pacientes que no responden al tratamiento inicial y en el caso de preocupación por un grupo cerrado o brote (por ejemplo en deportistas, usuarios de drogas endovenosas, convictos, o familias y pacientes con forunculosis recidivante)

En nuestro laboratorio contamos con la posibilidad de realizar la toma de muestra y el cultivo de estos materiales, la identificación de esta bacteria y el antibiograma correspondiente (para saber qué antibióticos se pueden utilizar para su tratamiento)

 ¿Cuál es el tratamiento adecuado para las infecciones de piel y partes blandas?

Existen medidas generales de higiene personal y del hogar que son recomendadas para evitar la diseminación de lesiones furunculosas pequeñas. Las normas de higiene incluyen como siempre el lavado de manos con agua y jabón, no compartir objetos personales como hojas de afeitar, sábanas y toallas, y focalizar en la limpieza del hogar ya que el S. aureus puede sobrevivir en mesadas, picaportes, inodoros, etc.

Con respecto al tratamiento antibiótico por mucho tiempo las infecciones de piel y partes blandas se trataron utilizando betalactámicos, el más conocido la cefalexina. Pero con la aparición del SAMR en la comunidad las estrategias de tratamiento se han tenido que modificar.

Los antibióticos más activos actualmente son TMS (trimetoprima + sulfametoxazol), minociclina y clindamicina. El médico indicará el tratamiento más adecuado de acuerdo a la edad y al tipo de lesiones, así como la duración del mismo según las características del paciente y la gravedad de las lesiones.

En algunos casos es necesario realizar una incisión y drenaje quirúrgico para lograr la cura de los forúnculos, junto con el tratamiento antibiótico adecuado.

¿A qué se llama portación de SAMR?

Si bien como dijimos S. aureus es un patógeno importante, también es un colonizante habitual de piel. En particular en humanos las fosas nasales constituyen el hábitat ecológico de esta bacteria, y cuando se aísla SAMR en una persona se dice que existe portación nasal de SAMR.

En la actualidad se sabe que las personas portadoras de SAMR o sus convivientes sufren de infecciones en piel y partes blandas con más frecuencia que los no portadores. El estado de portación nasal también ha sido relacionado con patologías alérgicas, como rinitis, sinusitis y dermatitis atópica.

El estudio de portación nasal, que también realizamos en nuestro laboratorio, consiste simplemente en hisopar las fosas nasales y realizar un cultivo.

¿En qué casos se recomienda realizar el estudio de portación?

Este estudio se recomienda sobre todo en pacientes con forunculosis a repetición o sus convivientes, o en el caso de brotes por S. aureus en poblaciones cerradas o dentro del hogar.

¿Se debe realizar un tratamiento para decolonizar las fosas nasales en caso de portación nasal? ¿Cómo se realiza?

La decolonización o decontaminación puede ser apropiada en las siguientes situaciones:
  • Brotes por S. aureus (particularmente en casos donde esté involucrado personal de la salud, grupos específicos como convivientes en hogares o cárceles, o dentro del hogar familiar)
  • Infecciones recurrentes en un paciente en que se ha documentado infección por SAMR
  • Transmisión entre convivientes o contactos cercanos luego de haber aplicado correctas medidas higiénicas personales y en el hogar

Las estrategias para la decolonización de las fosas nasales incluyen el tratamiento local con mupirocina 2% y el lavado de todo el cuerpo con solución/jabón de clorhexidina (2 al 4%). La frecuencia y duración del tratamiento la indicará el médico según el caso.

En resumen, nuestra recomendación como microbiólogos es que en caso de padecer infecciones de piel a repetición, que no se curan con tratamientos habituales, o cuando se producen en familiares o convivientes, es necesario consultar al médico, pediatra o infectólogo, para que indique los estudios adecuados, y así determinar la causa de las mismas para instaurar el tratamiento más adecuado.

 

Autor: Dra. Lorena Keller 

Jefa del Área Bacteriología, División Análisis Clínicos, Fares Taie Instituto de Análisis.

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