La artista Emilia Marcón, del Centro Cultural Virtual Fares Taie expondrá sus obras en el II Encuentro de Mujeres Emprendedoras, que se llevará a cabo el sábado 22 de abril, en la Asociación de Vecinos de Plaza Mitre.

Por segundo año consecutivo, Fares Taie Instituto de Análisis junto al Cento Cultural Virtual acompañan la realización del Encuentro de Emprendedoras Marplatenses. Este año, la artista consagrada de Mar del Plata, Emilia Marcón, será quien participe de este evento.

Con entrada libre y para toda la familia, los invitamos a visitar el  II Encuentro de Mujeres Emprendedoras, donde pondrán disfrutar de stands con productos artesanales, música, muestra de pinturas y pastelería. La cita es mañana, en calle Mitre 2451, de 16 a 20hs.

Más información: Mujeres Emprendedoras Mar del Plata

Sobre Emilia Marcón

Emilia Marcón, nació en Mechongué y se crió en el campo. En el año 1998 entró a la Escuela de Artes Visuales Martín Malharro de la cuidad de Mar del Plata, cursó el primer año y luego rindió libre de a poco la carrera para volver a vivir al campo. Considera su primer y verdadera maestra, a quien le enseñó a vivir a través del arte, su amiga y escultora, Kiki Lawrie.

Mientras vivía en el campo, en Mechongué, desarrolló la caricatura gauchezca siendo su padre el primer modelo. Mientras que con un grupo de profesores del agro abrieron una escuela de alternancia para los chicos de campo, donde trabajú durante cuatro años. La venta del campo donde se crió, la inspiró a escribir y editar un libro de poemas para luego irse a vivir a Humahuaca por solo unos meses. Volvió a Mar del Plata, donde continuó con la caricatura, en este caso coya. Al tiempo de instalarse en la ciudad empezó lo que ella llama el “romance con el mar”, primero a través de Alfonsina Storni, luego a través del surf. Comenzo a recolectar piedras, caracoles y demás objetos que comenzó a incluir en la obra previamente texturada. En ese momento la textura pasa a ser la protagonista de la obra con su expresión.

Desde hace 3 años vive en el campo nuevamente, en Nahuel Ruca, a la misma casa donde nació y se crio su madre. El campo es parte de una reserva natural, donde día a día sigue creciendo y aprendiendo a pedir permiso, a encontrar el ritmo natural y comunicarse con el universo de una manera fluida. Con la llegada al campo comenzó la inclusión de plumas, huesos, piñas, hojas en las obras abordando un nuevo lenguaje simbólico que le permite hablar del lugar y sus sensaciones allí. Actualmente pinta aves, pajaritos, en los paisajes que la rodean, por esto se considera “una paisajista simbólica”, En este camino de búsqueda pictórica inconsciente descubre que su estilo es de la liviandad, de lo etereo y lo sutil, presente en la aguada y transparencias, que se posan sobre la textura con objetos.

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