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Es imprescindible conocer el genotipo del virus de la hepatitis B

Un nuevo estudio demuestra que el genotipo del virus de la hepatitis B (VHB) está asociado con la respuesta al tratamiento con interferón pegilado (pegIFN).

“El mensaje para los médicos es, entonces, que es obligatorio conocer el genotipo del VHB en los pacientes que comenzarán a utilizar pegIFN”, dijo la Dra. Maurizia Brunetto, del Hospital Universitario de Pisa, Italia.
El equipo de Brunetto detectó que el genotipo influye significativamente en los niveles del antígeno de superficie del VHB (HBsAg) antes y durante el tratamiento con pegIFN, como así también los niveles de HBsAg después del tratamiento que están asociados con la respuesta viral prolongada.
“Nuestros resultados sugieren la viabilidad de un tratamiento costo-efectivo guiado por la respuesta mediante el uso de los valores umbrales de los niveles de HBsAg para cada genotipo durante y después del tratamiento”, agregó Brunetto.
El equipo realizó un análisis retrospectivo de los niveles de HBsAg en sangre de un grupo de pacientes con hepatitis B crónica HBeAg negativa que participaban en un estudio observacional después de utilizar pegIFN con o sin lamivudina durante un ensayo clínico de fase III.
Los autores evaluaron los niveles de HBsAg específicos de cada genotipo del VHB asociados la respuesta viral cinco años después del tratamiento. Lo hicieron en 199 pacientes con determinaciones de HBsAg al inicio y al final del tratamiento. Además, evaluaron la cinética del HBsAg según cada genotipo y la respuesta viral prolongada en 117 pacientes mediante muestras adicionales disponibles a las 12, 24 y 72 semanas
El genotipo del VHB influyó significativamente en el nivel de HBsAg en sangre antes y durante el tratamiento con pegIFN, según publicó el equipo.
Aunque la cantidad de pacientes con el genotipo A era baja, esos pacientes tenían niveles iniciales de HBsAg en sangre significativamente más altos que los pacientes infectados por otros genotipos; la mayor diferencia se observó al comparar los genotipos A y C (14.816 versus 3.155 IU/mL).
En todos los pacientes con los genotipos A o B se detectó una disminución de los niveles de HBsAg desde el inicio del tratamiento, aunque fue más pronunciada en aquellos que respondían al tratamiento. En cambio, esa reducción en los pacientes infectados con el genotipo D ocurrió únicamente en aquellos que respondían al tratamiento, mientras que los niveles de HBsAg se mantuvieron estables o aumentaron levemente en aquellos que no respondían al tratamiento.
El equipo identificó valores de corte específicos de cada genotipo y que mejoraron significativamente el valor predictivo positivo de la cuantificación del HBsAg al final del tratamiento para conocer la respuesta viral prolongada. Esos valores predictivos, y de corte, son: 75%, 47%, 71% y 75% para el genotipo A (<400 IU/mL), B (<50 IU/mL), C (<75 IU/mL) y D (<1000 IU/mL), respectivamente.
“Claro que hay que replicar estos resultados con estudios más grandes –opinó Brunetto–, pero nos señalan una forma de personalizar aún más el tratamiento antiviral y aclaran las controversias que existían debido a la cuantificación simple del HBsAg sin estratificación según el genotipo del VHB”. 
 
Virus Hepatitis B 
 
Fuente: Journal of Hepatology
Artículo científico: Response to peginterferon alfa-2a (40KD) in HBeAg-negative CHB: On-treatment kinetics of HBsAg serum levels vary by HBV genotype
 
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