Dentro de éstas, la práctica del sexo oral se transforma en un verdadero riesgo en tanto no se identifica como tal y está cada vez más extendida en este segmento.

Así lo afirma Carla Vizzotti, coordinadora del Plan Nacional de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles. “Los casos nuevos de hepatitis B se presentan sobre todo entre los jóvenes, por la vía de relaciones sexuales no protegidas, incluyendo al sexo oral”, expresa Vizzotti.

“La mayor tasa de infección se da entre los 20 y los 40 años”, subrayó Carlos Espul, a cargo del programa de Hepatitis Virales. Agregó que es 100 veces más contagiosa que el VIH y que el contagio puede producirse también a través del sexo anal.

Esta enfermedad viral puede evolucionar a formas crónicas, cirrosis y a cáncer de hígado. Generalmente lo hace sin presentar síntomas y en Argentina es la primera causa de falla hepática fulminante lo que suele conllevar trasplante de hígado. Afecta a 0,5% de la población pero gran parte lo desconoce.

Las prácticas sexuales de los jóvenes los ponen en una situación particularmente vulnerable en tanto no tomen los recaudos necesarios.

De las hepatitis en estadio agudo 46% se atribuye a las relaciones sexuales, según datos aportados por el programa mencionado. En tanto, de las que llegan a ser crónicas, 25% tuvieron esta vía de contagio, pero lo cierto es que de estas en la mitad de los casos se desconoce la causa.

Pese a que aún falta mucho que afianzar, el uso del preservativo logró instalarse –aunque no de manera masiva– como medio para prevenir el contagio de enfermedades, además de embarazos no deseados. Sin embargo, el sexo oral aparece como una amenaza ante esta enfermedad viral sobre lo cual no hay mucha conciencia.

Muchos jóvenes viven con más libertad su vida sexual por lo que están abiertos a encuentros ocasionales y a esto se suman las conductas de riesgo.

“Los jóvenes no tienen en cuenta que el sexo oral puede implicar el contagio de enfermedades”, sostuvo Susana Ferreira, licenciada en Psicología, psicopedagoga y especialista en sexualidad.

“El sexo oral está extendido y promocionado en el sentido de que permite la garantía del placer sin el riesgo del embarazo, sin llegar al coito”, explicó pero pese a esto no está aceptado ni extendido que se practique con preservativo, “algo que puede hacerse perfectamente”, aclaró la profesional.

Ferreira explicó que la sexualidad implica una liberación de energía tan grande que inhibe lo racional. Tomar la decisión de cuidarse es frenar el impulso, pensar en las consecuencias y acudir a la farmacia en ese momento, que requiere un cierto nivel de coraje también. Cuando la posibilidad del encuentro se da luego de haber bebido alcohol, el control de los impulsos estará más inhibido aún.

La vacunación

A diferencia de lo que ocurre con el VIH, la hepatitis B puede prevenirse gracias a la disponibilidad de la vacuna que en Argentina es gratuita para mayores de 19 años.

Sin embargo, Ferreira destacó que “colocarse la vacuna contra la hepatitis B no está para nada en la cabeza de los chicos”. La psicóloga explicó que atenta contra esto la fantasía de inmunidad y de esterilidad propia de esta edad: “A mí no me va a pasar, o si fue solo una sola vez, es una negación muy habitual”.

Los especialistas siguen haciendo hincapié en la necesidad de inmunizarse especialmente entre quienes tienen una vida sexual activa, que es entre quienes se han incrementado los contagios. En este sentido, Carlos Espul destacó que en los últimos cinco años se han duplicado.

Iris Aguilar, jefa de Inmunizaciones de Mendoza, dijo que muchos menores de 18 años desconocen que están vacunados porque no saben que está incluida en la vacuna quíntuple o la anterior, la cuádruple. Asimismo reconoció que “los que más se vacunan son los menores de 35 años”.

Por su parte, Espul resaltó que “si toda la población estuviera vacunada contra la hepatitis B llegaría un momento en que no habría más casos, porque se bloquearía la transmisión”.

Fuente: REC