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       ANTICUERPOS ANTI-TIROGLOBULINA 
      Sinonimia: anticuerpos tiroideos (fracción tiroglobulina), 
        Anti-tiroglobulina, ATG. 
      Método:  prueba de aglutinación semicuantitativa. 
       
      Muestra: suero o plasma. 
       
      Valor de referencia: Título menor de 1/100. 
      Significado clínico 
        Una significativa proporción de enfermedades tiroideas son 
        mediadas por el sistema inmune. Estas son debidas a una reacción 
        inmune dirigida contra la glándula tiroides. 
        En las personas sanas, la autorreactividad es un proceso normal sujeto 
        a control por mecanismos supresores. 
        El proceso inmune estimula tanto la función como el crecimiento 
        de la glándula tiroides. La destrucción del tejido, por 
        otro lado, es causada por linfocitos T autorreactivos. 
        En la enfermedad tiroidea autoinmune un amplio espectro de anticuerpos 
        es detectado. 
        Los más importantes son: 
      
        -  Anticuerpos antirreceptor de TSH (TRAB) que se une al receptor y 
          por un efecto estimulante puede conducir al desarrollo de la enfermedad 
          de Graves.
 
        -  Anticuerpos antiperoxidasa: ocurren típicamente en la tiroiditis 
          autoinmune.
 
        -  Anticuerpos antitiroglobulina (ATG): ocurren predominantemente en 
          la tiroiditis autoinmune.
 
       
      Las teorías actuales sugieren que la tiroglobulina normal circula 
        en cantidades muy escasas. Esto puede ser suficiente para inducir una 
        zona baja de tolerancia de los linfocitos T en individuos 
        normales, con producción débil de antitiroglobulina, aumentando 
        gradualmente con la edad (en especial en las mujeres). Probablemente, 
        a causa de alguna alteración de la tiroides (debida a infecciones, 
        a factores químicos o de otra clase) se inducen respuestas inmunitarias 
        en los individuos predispuestos contra uno o varios de los componentes 
        de la tiroides. 
        Existen, posiblemente, defectos de la actividad celular supresora, específica 
        o no, en los enfermos con presunta enfermedad tiroidea autoinmune. 
        Estos anticuerpos se usan como una ayuda en la detección y confirmación 
        de la etiología autoinmune en la enfermedad tiroidea. 
        Dado que esta enfermedad puede mostrar una respuesta inmunológica 
        frente a otros antígenos distintos de la tiroglobulina, la prueba 
        para anticuerpos antitiroglobulina debería ser usada conjuntamente 
        con los hallazgos clínicos y otras pruebas inmunológicas 
        tiroideas. 
        Estos anticuerpos están presentes en el 50% de los pacientes con 
        tiroiditis crónica. 
        Presentan títulos altos el 90% de los pacientes con tiroiditis 
        de Hashimoto, el 45% de los enfermos con carcinoma de tiroides, y el 25% 
        de los que sufren enfermedad de Graves. 
      Utilidad clínica 
        Diagnóstico etiológico de las enfermedades tiroideas. 
        (Autoinmunes)  
      Variables por enfermedad: 
      Aumentado: 
        En una pequeña proporción de pacientes con patología 
        tiroidea no autoinmune y en enfermedades autoinmunes no tiroideas (en 
        el 50% de los pacientes con anemia perniciosa, lupus eritematoso sistémico, 
        miastenia gravis, artritis reumatoidea y anemia hemolítica autoinmune). 
      Variables preanalíticas: 
      Un 10-15% de los individuos sanos poseen títulos positivos, sobre 
        todo en mujeres y en la población geriátrica. 
       
      Sensibilidad:  
        90% para tiroiditis de Hashimoto. 
        25% para enfermedad de Graves. 
      Falsos positivos: 10-15% 
	
		 
      Bibliografía: 
      1. Greenspan F.S y Baxter J.D. Endocrinologia básica y clinica.1995, 
        editorial El Manual Moderno. 
        2. Wilson & Foster. Williams Textbook of Endocrinology. 8 th Edition 
        W.B. Saunders Company 1992. 
      
         
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